La Ciencia y Estrategia de Correr 42K con Inteligencia
Uno de los errores más comunes entre corredores de maratón —desde debutantes hasta experimentados— es no entender que el pacing.
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Uno de los errores más comunes entre corredores de maratón —desde debutantes hasta experimentados— es no entender que el pacing (la distribución del esfuerzo a lo largo de la carrera) debe ser adaptado al perfil de la competencia. No todas las maratones son iguales, y no basta con correr “al ritmo de tu objetivo” de principio a fin. Desnivel, temperatura, humedad, calzado y ropa que elijas pueden cambiar completamente el juego.
1. El terreno no perdona: el desnivel importa
Correr una maratón plana como Berlín, Chicago o Valencia permite una estrategia de ritmo más uniforme, incluso con una leve aceleración negativa (negative split). Pero si corres una maratón con desniveles importantes como Boston o Nueva York, tu plan de pacing debe ser mucho más estratégico.
• Berlín / Chicago / Valencia: Estos circuitos son prácticamente planos. Aquí puedes correr con un plan casi milimétrico. Si tu objetivo es correr a 5:00 min/km, puedes sostener ese ritmo durante la mayoría de la carrera sin grandes sorpresas del terreno. La clave será mantener la economía de carrera y evitar salir demasiado rápido en los primeros 5K por la emoción del evento.
• Boston / Nueva York: Boston comienza con una bajada prolongada y tiene subidas duras en la segunda mitad, incluyendo la famosa Heartbreak Hill. Nueva York tiene puentes largos y exigentes (el Verrazzano en el km 1, el Queensboro antes del 25K) que castigan tus piernas si no los administras bien. Aquí el pacing debe ser más conservador al inicio, guardando energía para la segunda mitad del recorrido.
Conclusión: No hagas general, hazlo por sección del recorrido, segméntalos en base al desnivel estudia el perfil de elevación y planea un esfuerzo constante, no una velocidad constante.
Nota especial, aquí el potenciometro de correr toma una relevancia gigante.
2. Clima: la temperatura y la humedad sí importan
Cada grado sobre 15°C y cada punto de humedad por encima del 60% representa una penalización fisiológica. A mayor temperatura y humedad, más difícil es la termorregulación y más lento debes ajustar tu ritmo para evitar el colapso.
• Valencia y Berlín suelen tener climas fríos y secos en sus fechas, lo que favorece récords personales.
• Chicago puede ser impredecible: un año puede hacer 10°C y al siguiente 25°C.
• Nueva York y Boston también pueden sorprender con calor o lluvia.
Tip de pacing: si la temperatura está por encima de los 20°C y la humedad supera el 70%, considera disminuir tu ritmo objetivo, como regla general algo entre 3-5 segundos adicionales por km esteros bien, dependerá de que tan adaptado estés a estas condiciones, tu entrenador va a darte una idea mucho más precisa de esto.
3. La ropa y el calzado: tu equipo de carrera importa más de lo que crees
• Ropa: Corre con lo más ligero posible. No uses ropa nueva ese día. Usa ropa técnica que seque rápido y evite rozaduras. Si el día es frío (menos de 10°C), puedes iniciar con guantes finos y una camiseta térmica que luego descartes.
• Calzado: Hoy en día, las zapatillas con placa de carbono y buena espuma pueden ayudarte a ahorrar energía y mejorar tu rendimiento. Pero solo si están bien adaptadas a tu biomecánica y las has probado en entrenamientos largos.
Ojo !!! No son solo las del Race dan las que sirven, adaptar a tu cuerpo a este tipo de calzado es fundamental, todas las marcas tienen la versión de “entrenamiento rápido”, estos zapatos están pensados en familiarizar tu cuerpo con esa sensación ligera y rápida pero sin el estrés fisiológico que significa usar esos zapatos, de paso también resulta económicamente mejor ya que duran muchísimo más que los Race day shoes, la tasa de degradación de estos es altísima, menos de 150km al 100% de performance en la mayoría de opciones.
Error común: usar calzado nuevo o inadecuado para el perfil de carrera. En Boston, por ejemplo, muchos corredores sufren con los descensos iniciales si usan zapatillas demasiado blandas y poco estables.
4. Estrategia final de pacing: una guía práctica
• Maratón plana (Valencia/Berlín/Chicago): Apunta a una leve negative split (la segunda mitad 1–2% más rápida que la primera). Corre los primeros 5K 5–10 segundos más lento que tu ritmo objetivo y entra en ritmo poco a poco.
• Maratón con desnivel (Boston/Nueva York): Haz un pacing conservador en la primera mitad, especialmente si hay bajadas pronunciadas. Considera un positive split planificado: llegar un poco más lento a la media maratón, sabiendo que la segunda mitad es más dura.
Pacear una maratón no es solo mirar el reloj y sostener un ritmo: es leer el entorno, el perfil del circuito y tu propio cuerpo. Correr con inteligencia puede significar la diferencia entre un muro en el km 35 o un remate glorioso en el 42.195. Prepárate, entrena con conciencia del recorrido, y recuerda que cada maratón cuenta su propia historia.
Una maratón no se corre solo con piernas o corazón como algunos lo dicen, se corre con cabeza, mucha cabeza. El pacing inteligente es la combinación de experiencia, conocimiento del terreno, y una ejecución emocionalmente estable. No dejes al azar tu estrategia; estudia la carrera, escucha a tu cuerpo, y usa el equipo que te permita correr de forma eficiente, cómoda y segura.
- Juan Carlos Rodríguez