Triatlón y Maratón: Cabeza Fría, Corazón Fuerte
Juan Carlos nos cuenta que la mente es tu mejor aliada. Este blog te muestra por qué la cabeza fría y la estrategia son clave para llegar fuerte al final.
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Corre con la Cabeza, No con la Emoción
En BET decimos esto todo el tiempo: en las pruebas de endurance, el cuerpo es importante, pero la cabeza lo es todo. Ya sea que estés enfrentando un triatlón o una maratón, lo que va a marcar la diferencia no es solo tu condición física, sino tu capacidad de mantener la cabeza fría… casi como un robot.
Puede sonar raro, pero en eventos tan largos y exigentes, ser “robotizado” es una virtud. No se trata de correr sin sentir, sino de ejecutar sin dejarse llevar. De seguir el plan, incluso cuando las piernas piden más, cuando el corazón se emociona o cuando otros aceleran. Es fácil "picarse" al inicio, cuando todo se siente bien, pero es mucho más valioso tener la templanza de mantener el ritmo y confiar en lo entrenado.
Porque lo verdaderamente retador no es el arranque: es lo que pasa del kilómetro 30 en adelante, o después de bajarse de la bici y empezar a correr.
La Ciencia del Ritmo y el Poder de la Templanza
Por eso, el proceso de entrenamiento no es solo una preparación física, es también una estrategia mental. Cuando se ha hecho bien, nos da una lectura precisa del estado actual del atleta y permite proyectar un pace realista y sostenible. Ese número no es magia, es ciencia. Y respetarlo, tanto en una maratón como en un triatlón, es lo que muchas veces separa una carrera sólida de una experiencia desastrosa.
La clave está en no improvisar. En no dejarse llevar por las sensaciones del momento. En ejecutar lo planificado con confianza, incluso cuando parece que podrías ir más rápido. Porque sí, podrías… por unos kilómetros. Pero la verdadera victoria está en llegar fuerte al final, no en brillar en la primera mitad.
Correr o competir como un robot no es falta de pasión. Es tener la cabeza tan clara como el corazón fuerte. Y eso, se entrena.
- Juan Carlos Rodriguez